NEGREIRA MARCOU DALGUN XEITO A ESTE XOGADOR COMO O DEIXA CLARO NESTA ENTREVISTA :-¿Qué recuerdos tiene de sus comienzos en el Club Deportivo Parayas?
-Muy buenos, fue allí donde me surgió la oportunidad de formar parte de un equipo. Hasta entonces jugaba en Parayas con los amigos y Javi Sáez, del Atlético Perines, me llevó a un torneo de fútbol sala. Jugamos contra el Canda Junior, que era el mejor equipo de Cantabria y que estaba dirigido por Nacho Bilbao. Nos ganaron 12-2, yo marqué los dos tantos y decidieron ficharme. Guardo muy buenos recuerdos de mi etapa en sala como el Campeonato de España que ganamos, por primera vez, para Cantabria, en Negreira (Galicia). Además del resultado, imagínate la experiencia para un chaval de poco más de 10 años. Era la primera vez que salía de la región para jugar y en el desplazamiento nos acompañaron los padres de todos los futbolistas y representantes de la Federación que, a pesar de los años que han pasado, todavía, cuando nos vemos, me recuerdan anécdotas de aquellos tiempos.
-Es curioso que empezara en sala ¿cuándo dio el salto al campo?
-Antes era más común empezar en sala porque no había Fútbol 7 en benjamines como ahora. Mi primer equipo sobre césped fue el Atlético Perines y ya tenía 11 años. A mi me encantaba jugar y, durante un tiempo, compaginaba pista y campo, también practicaba en la playa con la Peña Vicente Miera que era el nombre que adoptábamos en ese torneo. Queríamos jugar siempre y guardo buenos recuerdos de las 24 horas de fútbol sala de Cabezón de la Sal, que casi siempre ganábamos, o de la victoria en el Torneo de EL DIARIO, la Liga cántabra.
-¿Cuándo se incorporó al Racing? ¿A qué equipo?
-Antes de llegar a las Secciones Inferiores jugué una temporada en el Bansander y, en cadetes, ya vine al Racing. Mi primer entrenador en el club fue Antonio Fernández Andrade. Luego ya promocioné al juvenil y, posteriormente, al filial, con el que conseguí un ascenso a Segunda División B. Finalmente, llegué al primer equipo, donde estuve tres campañas con seis meses de cesión al Cd Logroñés en Segunda. Esa fue la primera vez que salí de casa
-Y fue traspasado, nada menos, que al Atlético de Madrid. Casi nada.
-La principal diferencia era la repercusión mediática y social que tenía cualquier actuación. Los viajes, los entrenamientos... todo lo que sucedía en el Atlético trascendía. También me llamó la atención la grandeza de la ciudad y las distancias de Madrid acostumbrado al ritmo de vida, más pausado, de Santander.
-Para compensar el estrés de la capital, supongo que luego viviría más relajado en Valladolid y Mallorca.
-Por supuesto. En Castilla viví un año muy bueno, personal y deportivamente, y comencé a aficionarme por el vino, especialmente por los de la denominación de origen Ribera del Duero. Me encanta el mundo que rodea a los caldos y la cultura que hay entorno a ellos. En Mallorca descubrí otro mundo muy interesante y totalmente diferente, el de la pintura. Tanto es así que un galerista de Palma, Fran Reus, con el que hice amistad va a exponer en Cantabria en próximas fechas.
-¿Qué botella es la más preciada de su bodega?
-Un Vega Sicilia de 1979, el año de mi nacimiento. Fue un regalo de cumpleaños de mi amigo Pedro Munitis y la tengo guardada como oro en paño. Espero descorcharla, en compañía de los míos, el día que nazca mi primer hijo. Estoy seguro de que a Pedro (Munitis) le hará mucha ilusión que la reserve para esa fecha tan especial.
-Imagino que la clasificación para la Copa de la UEFA también se merecería un buen vino.
-Sin duda. He jugado en el Racing en dos etapas diferentes y ahora soy más consciente de la gran responsabilidad que tiene defender la camiseta del equipo de tu tierra. Jugar en Europa de verdiblanco ha sido uno de los momentos más especiales que he vivido en mi carrera y jamás podré olvidar el gol que marqué ante el PSG en el Parque de Los Príncipes. Había más de 4.000 aficionados en la grada y es muy bonito hacerles disfrutar.
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